Cualquier niño sin supervisión puede verse envuelto en una situación peligrosa.
Para evitarlo, los padres deben vigilar a su hijo o hija.
Sin embargo, es poco probable que puedan tener al niño siempre a la vista.
Es posible que en algún momento el niño se escape de los padres en un parque o cualquier otro lugar público.
O que se encuentre en una situación difícil al volver del colegio.
Para evitar que ocurra algo terrible, el niño debería memorizar de antemano 3 frases.
«Estoy perdido. Por favor, ponte en contacto con mis padres».
Explica al niño que, si se pierde y no lleva un teléfono encima, debe acercarse a un agente de la ley o a un empleado de una tienda y pedirle que llame a sus padres.
Por supuesto, el niño debe recordar de antemano el número de los teléfonos móviles de papá y mamá.
«¡No, gracias!»
Explícaselo al niño: no hay que tener miedo a negarse.
El niño debe saber decir «¡No!» en respuesta a ofertas peligrosas.
«¡No te conozco! No voy a ninguna parte contigo».
Así es como debe responder un niño a un desconocido que se le acerca y le pide ir a algún sitio.
Explícale al niño que hay que negarse aunque la persona se ofrezca a «buscar juntos a mamá».